Metamorfósis del sueño


Nunca entendí como se puede levantar uno cada día, tan tranquilo... como si nada pasase, como un maldito autómata, y seguir sonriendo, caminando, trabajando, hablando con "nadie" y de nada, rumiando una y otra vez este aire asqueroso que tenemos en este mundo y que por consiguiente es tambien el maldito aire que me toca respirar a mí.


A medida de que transcurren los años, decrece el número de personas con las que se pueda tener una conversación "digna", con la que puedas llegar a dilucidar temas en común y éstas cosas. Ahora, mucha gente sólo le limita a defecar por la boca, sus temas de conversación son tan sumamente inútiles y superfluos que es cuando se sienten unas ganas atroces de convertirse en un caníbal, me daría un imenso asco tragarme sus cerebros, y  masticar sus órganos hasta que se puedan mezclar con los jugos gástricos, esto es una auténtica porquería, lo sé!, pero donde radicaría mi cometido y el placer del caso no sería en comerlos, sino en vomitarlos.


Ayer, me dí cuenta de una cosa...mi cabeza, está al revés; ayer en la noche cuando me disponía al fín a morir por unas horas en manos de morfeo, una extraña parestecia invadió todo mi cuerpo y sentía que mi cabeza, no estaba como siempre.
Se habían creado disturbios en la parte de mi lóbulo frontal, y mi lóbulo occipital había desaparecido por completo...y así todo estaba patas arriba. Era muy curioso, de hecho creo la percepción de las cosas tambien se transformó, pues mi cama ya no estaba pegada al suelo, estaba colocada en el techo de una manera perfecta, como si siempre hubiese estado allí, suspendidamente reposada.
Sin más dilaciones y cuestiones absurdas me decidi buscar una escalera y una soga. Antes de subirme, até la soga a mi cuello. Subí hasta llegar conseguir meterme dentro del catre de la manera más comoda posible. Al principio me molestó un tanto que éste rito se tuviese que repetir cada día, pero estaba tan exánime, que no le dí más importancia, y me dispuse a tragarme la pastilla. 
Me la tomé y Lupe había desaparecido entre las sábanas... después creo que fué todo un sueño reconfortante como hace mucho mucho tiempo no había podido disfrutar.

Texto: Kafkiana

Comentarios

Mario S. Nadie ha dicho que…
Al menos el sueño aun se puede disfrutar a gusto propio...