Ernst nos devuelve la ilusión de las vanguardias, cuando la radicalidad, el surrealismo, eran una forma de entender el mundo, de profanarlo, de amarlo.
Por cierto, conoces este cuadro de Enrique Simonet? Me parece fascinante, incluso sobrecogedor. "Anatomía del corazón", se titula. Aunque también es conocido como "¡Y tenía corazón!".
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http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Simonetadc.jpg